El consumo de antioxidantes ayuda a contrarrestar el estrés oxidativo causante de la inflamación y el daño de los tejidos
Los consumos altos de carne roja, asociados a una ingesta baja de fruta y verdura elevan los niveles de fósforo. Las vitaminas y minerales presentes en verduras y frutas ayudan a la producción de colágeno, proteína responsable de la elasticidad de la piel y que ralentiza su envejecimiento
Castellón Información
Un estudio de la Universidad de Glasgow desarrollado en el Institute of Cancer Sciences de esta universidad en 2016 y liderado por el profesor Paul Shields, desveló que las dietas pobres en verduras/frutas y con un alto contenido de carne roja elevan los niveles de fósforo en el organismo, acelerando así el proceso de envejecimiento.
En los últimos años, muchos son los productos que, respaldados por etiquetas "antiox", "detox", etc., prometen resultados espectaculares en la ralentización del envejecimiento. Sin embargo, las bases de una dieta sana no han variado. Sobre todo a partir de la madurez, y en edades más avanzadas, reducir el consumo de carne y alimentos procesados para dejar paso a la ingesta cada vez mayor de frutas y verduras es la mejor fórmula para lucir un aspecto saludable durante más tiempo.
"Si quisiéramos denominar un tipo de alimentación como antienvejecimiento", comenta Mireia Benlliure, farmacéutica y nutricionista en la Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre,"debería reducir el consumo de carnes y productos procesados, así como el consumo de azúcares añadidos. Partiríamos de la base de una alimentación equilibrada y completa, potenciando el consumo de antioxidantes que nos ayudarán a contrarrestar el estrés oxidativo causante de la inflamación y el daño de los tejidos".
Frutas y verduras: fuente de vitaminas y minerales antiedad
Aportes extra de nutrientes antioxidantes como las vitaminas C y E, la provitamina A y los minerales zinc y selenio, que ayudan a la producción de colágeno -proteína responsable de la elasticidad de la piel previniendo su envejecimiento- estarían presentes también en esa forma de alimentación que muchas personas buscan en aras de ralentizar el envejecimiento.
"Estos nutrientes los podemos encontrar en frutas frescas (frutos rojos, cítricos, etc.) y verduras como el pimiento rojo rico en vitamina C y hojas verdes, frutos secos y semillas con alto contenido en vitamina E, minerales y omega 3, té verde (matcha) rico en antioxidantes, y cúrcuma y jengibre por sus propiedades antiinflamatorias", apunta Mireia Benlliure.
Hábitos para vivir más y mejor
Desde la en la Unidad de Salud Deportiva del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre se dan las siguientes pautas para intentar vivir más preservando la calidad de vida:
Una alimentación equilibrada y suficiente en función de nuestra edad.
Es importante mantener un peso saludable y con un porcentaje de grasa adecuado, por tanto, el aporte calórico de la dieta será el adecuado a nuestras necesidades. A mayor edad el aporte calórico será menor ya que nuestras necesidades disminuyen.
Tener buena flora intestinal mediante el consumo de probióticos y prebióticos a través de la alimentación.
Actividad física regular, introduciendo el trabajo de fuerza muscular.
Control del estrés y un buen descanso. Dormir mal inhibe procesos de regeneración y favorece la acumulación de grasa, por el aumento de los niveles de cortisol.
Tener una buena calidad de relaciones sociales.
Consumir probióticos/prebióticos y cuidar la hidratación
Además de reducir el consumo de alimentos procesados, y priorizar las verduras y frutas y tomar proteínas y grasas de calidad (aumentar el consumo de proteínas de origen vegetal como las legumbres, semillas, etc.), existen otras dos pautas importantes en una dieta antienvejecimiento.
De un lado, "tener una buena hidratación diaria; la bebida por elección siempre será el agua. Hay que dejar las bebidas azucaradas y con alcohol para un consumo esporádico", puntualiza Mireia Benlliure. De otro, "potenciar el consumo de probióticos (son las bacterias: y los podemos encontrar en fermentos como el chucrut, el kimchi, lácteos fermentados, kéfir, yogur natural de calidad, etc.), y prebióticos (son el alimento para las bacterias; espárragos, alcachofas, cebollas, ricos en inulina, almidón resistente que encontramos en la patata, arroz, avena, etc. ) para tener una flora intestinal lo más variada y rica posible".