Vecinos de la zona denuncian insultos y persecución, okupas ilegales, trapicheo a menores y situaciones racistas
Las viviendas sociales municipales de Obispo Salinas en Castelló, tierra de nadie. Así lo recogen varias denuncias presentadas en las que se pone de manifiesto agresiones, amenazas y venta de droga. Afirman que viven con miedo, con ataques racistas como “vamos a acabar contigo negro de mierda”. La Policía ha intervenido en varias ocasiones, pero nadie da soluciones.
EM/ Castellón Información
Las viviendas sociales municipales de Obispo Salinas han vuelto a ser escenario de agresiones durante los últimos días. Las denuncias presentadas por varios vecinos señalan que la situación es insostenible. No hay luz en la escalera, porque parte de los vecinos no pagan sus recibos.
Afirman que hay viviendas municipales ocupadas por inquilinos ilegales, algunas de ellas recién rehabilitadas por el ayuntamiento.
Pero lo peor de todo, es el clima de falta de convivencia que se vive en algunos bloques, y según denuncian el trapicheo de droga con venta a menores durante el día y a adultos durante la noche.
Denunciar la situación se traduce en recibir amenazas, insultos, e incluso, advertencias de venganza.
Algunas de las denuncias presentadas se refieren a las agresiones sufridas el pasado 20 de diciembre, cuando una mujer fue atacada en la escalera de su casa por una de las familias que también habitan en el mismo bloque.
Uno de los hijos recibió amenazas racistas como “Te vamos a matar negro de mierda”, o “vamos a acabar con toda vuestra raza”.
No era una situación completamente nueva. El ambiente está enrarecido desde hace más de un año, cuando una de las vecinas recriminó a los menores de la zona, que no hicieran tanto ruido o respetaran las normas de convivencia de la comunidad. Al momento salieron las familias de los chavales que irrumpieron en insultos, burlas y advertencias.
Y es que, como afirmó en la denuncia interpuesta en aquel momento, además de que los chiquillos corren y gritan por el portal, la calle y las escaleras, se acumula basura y chatarra por las escaleras, dejan restos de defecaciones en las paredes, rompen el mobiliario del bloque y arrancan los plafones de luz de los rellanos.
A partir de entonces, la declaración de guerra fue total y absoluta, con advertencias como: “Te cuidado con lo que haces” con gestos y tonos agresivos, y aviso a uno de sus hijos: “De que a tu madre no le pase nada, depende de ella”.
Pero en la noche del 20 de diciembre las cosas fueron a peor. Cuando la mujer llegaba de recoger a su hijo, fueron increpados en la entrada del portal. A la mujer la atacaron con el palo de una escoba y la tiraron al suelo: “Puta, ya estoy harta, te voy a sacar el hígado por la boca”. El hijo se vio acorralado en la calle al tiempo que le decían: como “Te vamos a matar negro de mierda”, “vamos a acabar con toda vuestra raza".
La hermana de la mujer atacada acudió en su ayuda, también medió una vecina de la escalera.
La llamada a la policía, la intervención de las fuerzas de seguridad acabó con el enfrentamiento. Pero la vida allí no es segura.
Tanto la víctima como el hijo y su hermana hubieron de recibir asistencia sanitaria en el Centro de Salud de Fernando el Católico.
Además de las agresiones físicas, el que peor se encuentra el muchacho que tiene miedo a que lo persigan y se tomen la revancha y sufre crisis de ansiedad.
Los hechos, estos y los anteriores han sido denunciados repetidamente en el Ayuntamiento de Castellón.
Castellón información ha hablado con los vecinos que presentaron la denuncia. Afirman que no es una situación nueva, que el ayuntamiento es sabedor, que la policía ha tenido que intervenir en varias ocasiones. Señalan que muchos de los vecinos viven amenazados… pero hoy por hoy, declaran nadie interviene ni les da soluciones.
Este periódico también ha contactado con fuentes municipales han verificado la situación que denuncian estos vecinos.