Miguel Bataller. Jubilado.
Si en algo coinciden todos los medios de comunicación, es en el hecho de que el gran triunfador de estas elecciones ha sido VOX.
Pero lo más difícil, viene ahora ya que apenas hace medio año Ciudadanos alcanzó los mejores resultados de su corta historia política y sin embargo en tan corto espacio de tiempo, ha pasado del triunfo, al fracaso más rotundo, por no saber digerir adecuadamente su éxito.
VOX, ha de seguir por el mismo camino que les ha llevado al punto donde se encuentran ahora, sin dudas, sin vacilaciones ni cambios de orientación que desorienten a sus votantes.
Tienen que seguir convencidos de su objetivo, sin prisas pero sin pausas, distinguiendo perfectamente a sus contrincantes de sus enemigos políticos y haciéndoles a los primeros las concesiones necesarias para debilitar a los segundos como lo han hecho en este caso.
Varios amigos que estuvieron presentes en mesas electorales en representación de sus partidos en Burriana, me han confirmado que en las votaciones para el Senado, se detectaban inmediatamente a los votantes de VOX, porque en sus papeletas (que eran muchas) siempre estaba marcada la cruz en Luis Andrés Cisneros de VOX y en general en los dos primeros candidatos del PP, con lo que se ha logrado desplazar al PSOE y dejarle con solo dos Senadores en Castellón, yendo los otros dos al PP por superar en más de 1.000 votos al que quedó al corte del PSOE (aproximadamente 82.000 por 81.000) y eso gracias a esa generosidad demostrada por VOX con el PP, sin perjudicar por ello al candidato de VOX, que quedó en cerca de 48.000 votos.
Y ese fenómeno que se repitió en provincias españolas, ha sido el que ha evitado que se repitiera la mayoría absoluta del PSOE en el Senado, que hubiera podido frenar y condicionar la aplicación del artículo 155 en caso de hacerse imprescindible en Cataluña por culpa de los delincuentes independentistas.
Hay que seguir por la senda de la generosidad, sin renunciar a ninguna de las convicciones de VOX, procurando concitar todos los puntos que nos acercan y son coincidentes con el PP e incluso con lo que quede de Ciudadanos, tras la renuncia de Albert Rivera.
La postura de Rivera, ha sido muy digna y ejemplar ahora, dimitiendo de todos sus cargos y privilegios, renunciando a su acta de Diputado y a su condición de Presidente de Ciudadanos, convocando un Congreso para decidir la composición de los órganos de dirección del partido.
Asume sus errores (en mi opinión uno de los más importantes, sus permanentes desprecios a VOX) unos propios y otros inducidos por los “quinta columnistas” social demócratas, que se le infiltraron en su partido, tanto procedentes del PSOE como del Partido Socialista Francés como el mismo Valls, que acabaron dinamitándole, cuando quiso identificarse de nuevo con sus orígenes liberales desmarcándose de la social democracia al servicio del PSOE.
Uno tiene que saber siempre lo que es, lo que piensa y cual es su objetivo, para no desconcertar a su electorado.
Sólo así se consolida día a día lo que se consigue.
Quien quiera cubrir todo el espectro político, acaba abandonado por todos.
Y eso ha quedado más que demostrado a lo largo de los últimos treinta años, siendo muchos los políticos que se han quedado en el camino, en su intento de abarcar demasiado, para no conseguir nada.
VOX debe de analizar las razones del fracaso de UPyD, de Ciudadanos, de Más País e incluso de Izquierda Unida y Podemos, que pierden gas a pasos agigantados, porque no pueden ser los apóstoles de los desfavorecidos cuando han cambiado un piso de subvención oficial en Vallecas, por una residencia palaciega en Galapagar con vigilancia pagada por todos los españoles para que se la ocupe nadie a ellos, que son el partido de los "okupas".
Si no se predica con el ejemplo, los sermones caen en saco roto.
